martes, 4 de enero de 2022

LA TERNURA.

 









"La vida me ha recompensado con lo más precioso que existe. He conocido la ternura".
Miguel Mihura

LA RABBIA.

 


“La rabbia”

 

Del mundo antiguo
y del mundo futuro
sólo queda la belleza.
Y tú, pobre hermana pequeña,
que eres la que corre detrás
de sus hermanos mayores,
que ríe y llora con ellos
para imitarlos,
tú, la más joven, la más pequeña,
que llevas la belleza con humildad
y tu alma de chica de gente modesta,
nunca sabrás lo que tenías,
porque si no fuera así,
no sabrías lo que es la belleza.
El mundo te la ha enseñado.
Así, tu belleza se hace a sí misma.
Del tenebroso mundo antiguo
y del tenebroso mundo futuro
sólo quedará la belleza,
y tú te la llevarás contigo
con una sonrisa obediente.
La obediencia requiere
demasiadas lágrimas calladas,
y la generosidad hacia los otros,
demasiadas miradas alegres
que piden un poco de piedad.
Así, te llevarás contigo tu belleza,
desaparecerás como polvo de oro.
Del estúpido mundo antiguo
y del feroz mundo futuro,

quedará una belleza
que no se avergonzaba
de mostrar sus pequeños pechos
de hermanita,
con el pequeño vientre
visiblemente desnudo,
y por eso era belleza,
la misma belleza que tienen
las dulces jóvenes de todo del mundo,
las hijas de comerciantes, vencedoras
en concursos en Miami o en Londres.
Desapareces como una paloma de oro.
El mundo te la ha enseñado,
y de este modo tu belleza,
no es más que belleza.
Sin embargo, tú, continúas siendo una niña,
tonta como la antigüedad
cruel como el futuro;
entre tú y tu belleza,
poseída por el poder
se encuentra toda la estupidez
y la crueldad del presente.
La llevas siempre dentro,
como una sonrisa entre las lágrimas.
Impúdica por pasividad,
Indecente por obediencia,
Desapareces
Como una blanca paloma de oro.
Tu belleza ha sobrevivido al mundo antiguo
reclamada por el mundo futuro,
poseída por el mundo presente,
se convierte en un mal mortal.
Ahora, los hermanos mayores,
finalmente vuelven,
y detienen por un momento

sus juegos diabólicos;
extraen de ellos mismos
una inexorable distracción,
y se preguntan: “¿Es posible que Marilyn,
la pequeña Marilyn, nos haya indicado el camino?
Cuéntanos, ahora, un poco más, pequeña,
con tu sonrisa;
eres la primera que ha atravesado
todas las puertas del mundo
abandonado
a su destino mortal”.

Pier Paolo Passolini.