domingo, 30 de agosto de 2020

OJOS INSERVIBLES.


         No me sirven estos ojos porque parpadean, y a ti hay que mirarte sin tregua ni respiro.
                                                        Mario Benedetti.

AUTORRETRATO.

"Cuando sea vieja, vestiré de morado,
con un sombrero rojo que ni haga juego,
ni me quede bien,
y me gastaré el dinero de mi jubilación
en vino y chucherías,
y sandalias de raso.
Y diré que no hay dinero para mantequilla
y otras cosas importantes.
Me sentaré en el pavimento
cuando esté cansada
y devoraré muestras de las tiendas
y oprimiré los botones de alarma
y rasparé con mi bastón los barandales de las calles.
Y compensaré la austeridad de mi lejana juventud.
Saldré a caminar bajo la lluvia en zapatillas,
y arrancaré flores de jardines ajenos
y aprenderé a escupir…
Pero, tal vez debiera practicar un poco todo eso desde ahora.
Así la gente que me conoce no se asombrará,
ni se escandalizará al ver que, de pronto,
soy vieja y me empiezo a vestir de morado"
Jenny Joseph (USA)

EQUILIBRIO.

En un platillo de la balanza coloco mis odios; en el otro, mis amores. Y he llegado a la conclusión de que las cicatrices enseñan... pero las caricias mucho más.

METAMORFOSIS.

                                El mundo cambia si dos se miran y se reconocen.
                                            Octavio Paz.

DEFENSA PROPIA.

                          Cuando los odios andan sueltos, uno ama en defensa propia.
                                                          Mario Benedetti

LECCIÓN DE VIDA.

Una señora de edad, elegante, bien vestida y peinada, estaba mudándose a una casa de reposo porque su marido con el que viviera 70 años, había muerto y ella quedaba sola. Después de esperar pacientemente por dos horas en la sala de visitas, ella le dio una linda sonrisa cuando la mucama le vino a decir que su cuarto estaba listo.
 De camino a su nueva morada, la mucama le iba describiendo el minúsculo cuarto, inclusive las cortinas floridas que infectaban la ventana.
- Ah, adoro esas cortinas - dijo ella con el entusiasmo de una nena que acaba de adoptar un cachorrito.
- Pero si la señora todavía ni vio el cuarto…
- Ni preciso verlo - respondió ella - La felicidad es algo que uno decide desde el comienzo y yo ya decidí que las voy a adorar… Es una decisión que tomo todos los días cuando me despierto. Sabes, tengo dos opciones: puedo pasar el día entero en la cama contando las dificultades que tengo en ciertas partes de mi cuerpo que no funcionan bien… o puedo levantarme agradeciendo por las otras partes que todavía me obedecen. Cada día es un presente… y en cuanto mis ojos se abren, me focalizo en el nuevo día y también en los buenos recuerdos que guarde para esta época de mi vida.
La vejez es como una cuenta bancaria: Solo retiras aquello que guardaste.
Por lo tanto, te aconsejo que deposites un monte de alegría y felicidad en tu Cuenta de Recuerdos. Y como puedes ver, yo todavía continúo depositando.
Ahora si me lo permitís, me gustaría darte una receta:
1- Arroja todos los números no esenciales para tu supervivencia.
2- Continúa aprendiendo. Aprende más sobre computadoras, manualidades, jardinería, cualquier cosa. No dejes tu cerebro desocupado.
3- Haz y vive cosas simples. Ahí está la magia de la vida.
4- Ríe siempre, mucho y alto. Ríe hasta perder el aliento.
5- Las lágrimas a veces suceden. Aguanta, sufre y sigue adelante. La única persona que te acompañará toda tu vida eres TU mismo. Mantente VIVO, mientras estés vivo.
6- Estate siempre rodeado de aquello que te gusta: puede ser la familia, animales, recuerdos, música, plantas, un hobby o lo que fuera. Tu casa es tu refugio.
7- Aprovecha tu salud. Si fuera buena, presérvala. Se está inestable, mejórala. Si está debajo de lo aceptable, pida ayuda.
8- Dile a quien amas, que lo amas realmente, en todas las oportunidades posibles.
Y RECUERDA SIEMPRE QUE:
La vida no es medida por los números de veces que respiras, sino por los momento en que perdes el aliento de:
Tanto reír…
de sorpresas…
de éxtasis…
de felicidad!
¡¡¡Simplemente así!!!
Autor desconocido

INVENTARIO.


¿QUE EDAD TIENES?
De las preguntas más absurdas que nos pueden hacer en la vida es qué edad tenemos. Porque no nos da ninguna pista de a quién tenemos delante. Yo la verdad es que no lo sé. Ni me importa. Porque lo importante no es cuántos años tenemos, sino en cuántos de ellos hemos vivido, cuántos nos han dejado sin aliento.
Yo prefiero decir que tengo 42 miradas que me han hecho sonreír y un par que me desnudaron el alma.
Tengo 1 "Te quiero” suicida que dije sabiendo que quien tenía delante no me quería a mí.
También tengo 146 abrazos inolvidables, 3 de ellos irrepetibles porque quien me los dio  ya no está.
Tengo unos 305 " Lo siento " de los cuáles 3 jamás me perdonaron.
Tengo 21 noches de hospital al lado de alguien que me importaba y 7 madrugadas pensando en una persona a quien no le importaba yo. Tengo unos 5200 besos, pero sólo me acuerdo de 3.
Tengo 4 veranos que fueron infinitos y 3 inviernos demasiado fríos y solos. Y tristes.
Tengo 2500 noches sin dormir y algunas lágrimas gastadas en cosas que no importaban.
También tengo 4 lágrimas muy amargas invertidas en algo que merecía llorar durante años.
Tengo 100 carcajadas de esas que hacen que te falte el aire y 0.5 sonrisas por compromiso.
Tengo 6 deseos de infancia que nunca cumplí.
Tengo 2 consejos recibidos que entendí mucho tiempo después. Tengo unas 3 camas donde me acosté sin querer estar y 1 donde hubiera matado por despertar.
Tengo 2 errores que volvería a cometer y otros 2 de los que me arrepiento mucho, aunque sólo un poco.
Tengo miles de cenas, pero ninguna como aquella. Y tengo incontables escalofríos que me han recorrido el cuerpo entero.
Tengo 120 conciertos, 350 películas....y no soy capaz de contar las canciones, muchísimo menos los poemas, y de los libros… mejor ni hablar, tardaría mucho tiempo intentando enumerarlos.
Tengo 26 tardes en un parque viendo la vida pasar con mis amigos . Y 500 tardes más recordándolas unos años después…en mi memoria.
Tengo 5 adioses. En 2 de ellos nunca quise despedirme en realidad. Tengo tantas cosas por decir que nunca diré y tantas que me tendría que haber callado…
Para quien quiera saberlo, esa es mi edad.
Y no tengo ni idea en cuántos años cabe todo eso.

LA MUJER MAS BONITA DEL MUNDO.


La mujer más bonita del mundo
lleva el pelo a mitad de la espalda.
Aunque siempre lo tenga recogido;
anda descalza en casa
y a veces desearía salir sin maquillaje.
Sonrie antes de mirarse al espejo
para no ponerle mucha atención,
a sus defectos.
Se acuesta siempre pasada la media noche
y revisa una y otra vez
conversaciones que nunca van a repetirse.
No sabe que la primavera,
se pone celosa cuando ella pasa,
que el sol a veces siente,
que no brilla tanto como ella
y que las estrellas fugaces,
desearían un poquito de la magia
que tienen sus coqueteos.
Seguramente la mujer,
más hermosa del mundo
no tiene idea que el piso tiembla,
cuando su silueta aparece
aunque sea ella quien muera de miedo,
que ha erizado más pieles,
de las que ha tocado.
No se ha enterado
de que cualquier hombre
mataría por estar un rato a su lado,
por besarle la boca,
por adivinarle los defectos
y recordarle las virtudes.
Que es el pensamiento de muchos
al despertar y que ha dibujado,
un montón de sonrisas
sin darse cuenta.
Ella es ternura, inocencia,
perversión y pasión en una sola.
Que ha cometido errores y muchos,
y que las lágrimas que ha derramado,
no se comparan con la de batallas
que le quedan por ganar.
Seguramente la mujer,
más bonita del mundo,
no tiene ni la menor idea
de que ahora mismo es ella,
la que está leyendo ésto.
Por qué tú mujer
que estás del otro lado de la pantalla
eres la mujer más hermosa del mundo...
Ánonimo.


jueves, 27 de agosto de 2020

SALUTACIÓN A MI MADRE.

¨Madre es la terquedad del amor, que insiste en permanecer y ocupar todos los rincones. Es camino de curación. Mamá es quien se queda cuando el suelo desaparece bajo los pies. Cuando todo el mundo se va. Después de que la luz se apague. Cuando las certezas se deshacen. Mamá se queda. Es porque mamá se queda, que el hijo va. Y en el hijo que va, siempre queda un poco de la madre: En la compasión por los demás. En la mirada sensible. En la fuerza para luchar. Nada será más transformador que amar a un hijo. Y nada jamás será más empoderador que ser amado por una madre¨
PD: Hoy yo me sostengo entonces de toda esta fuerza tan poderosa, como delicada y amorosa... tú solo descansa en paz madre mía🖤

martes, 25 de agosto de 2020

ALMAS VIEJAS.


Hay algo hermoso dentro de ti que tiene miles de años. 
Demasiado antiguo para ser capturado en poemas. 
Demasiado viejo para ser amado por todos, 
pero amado tan profundamente por unos pocos elegidos...
Nikita Gill. 

lunes, 17 de agosto de 2020

MUJERES MEDICINA.

No todo el mundo puede tener la suerte de estar con una mujer Medicina.
Suerte, sí, porque las mujeres Medicina son como el agua limpia de una cascada, son fuertes, brillantes, sinceras, transparentes, son una pócima, creada para curar, o dañar.
Las mujeres Medicina no se conforman, pueden ser tan crueles como el diablo y adorables como el más bello de los ángeles, con su sola presencia cura todos tus males.
Huyen a menudo, cuando se enfadan se van, la hipocresía las desespera, su esencia no es negociable, pero siempre te miran a los ojos, siempre...
Son difíciles porque son estrictas, ordenadas, estrategas, entregadas, dedicadas, son inteligentes, muy inteligentes, incontrolables, sin ataduras, libres.
Saben dirigir las fuerzas de su espiritualidad, y son aliadas de la naturaleza. Por eso son dueñas y señoras de su vida, y eso las hace peligrosas. Tienen espíritu de magas, sangre de hechiceras, fuerza de guerrera, corazón de sanadoras.
Tienen los ojos casi siempre tristes, casi siempre felices, casi siempre las dos cosas.
Saben amar pero aman duro, aman fuerte, sin límites, con todo el fuego del universo. No puedes detenerlas cuando aman, como no puedes detener una tormenta cuando llega.
Estar al lado de este tipo de mujer es vender tu alma al diablo, significa abrazar la locura, porque estar loco es lo que te hace sentir. Porque su ternura, su dulzura, su fuego, su dedicación, su elegante fragilidad, a menudo te arrastra al éxtasis.
Luego miras atrás y piensas que tal vez sin ella habrías estado mejor, más tranquilo, más sereno, quizás si, quizás no... Pero con ella sentirás la vida y después de eso sin ella querrás morir.
Cuando una mujer medicina decide irse, no mira atrás, empuña su corazón, lo blinda, se reinventa, renace como el fénix, y se torna más poderosa.
Hay quien abandona a este tipo de mujeres, quien se va...Por cobardía, porque no saben cómo tratarlas, son un unicornio, casi míticas, un reto.
Se sienten atraídos por su luz, por su hermosura, por su delicadeza. Pero cuando se saben rebasados, huyen, el miedo a perder la tranquilidad roba el sueño, la calma, dejándolos paralizados. Prefieren regresar a lo conocido, a lo cotidiano, a su zona de control, a su mediocridad.
Pero puedo asegurarles que nadie las olvida ... porque son terriblemente hermosas, inteligentes, grandiosas, sabias, complejas e irremplazables...

domingo, 9 de agosto de 2020

DESPERTAR.



Para despertar busca toda la ayuda que puedas, lee los libros que encuentres, asiste a los encuentros que te inviten, medita, respira y espera. Todo ayudará, pero finalmente sólo tú harás la alquimia, pues nada puede precipitarla, sólo tu intención que suceda.
Y aún si no hicieras nada de nada, espera tranquilo, igual ocurrirá...
Si ya has despertado y ves cómo duermen los demás a tu alrededor, entonces camina de puntillas, respeta su sueño y descubre la perfección de sus propios tiempos, así como fueron perfectos los tuyos.
Cuando ellos abran sus ojos, el fulgor de tu brillo los ayudará a despertar sin necesidad que hagas nada. Si aún duermes, relájate y disfruta tu sueño, estás siendo arrullado y cuidado.
Despertar no es un acto de magia, aunque llenará de magia tu vida.
Despertar no tiene nada que ver con tu mundo externo, aunque todo lo que te rodea parecerá tener un nuevo brillo.
Despertar no cambiará tu vida, si bien sentirás que todo ha cambiado.
Despertar no borrará tu pasado, pero al mirar atrás lo percibirás como la historia de alguien muy querido que aprendió muchas cosas, pero sentirás que ese alguien ya no eres tú.
Despertar no despertará a tus seres queridos, pero ellos se verán más divinos ante tus ojos.
Despertar no sanará todas tus heridas, pero ellas dejarán de gobernarte.
Despertar no solucionará tu situación financiera, pero te sentirás millonario.
Despertar no te hará más popular, pero ya no volverás a sentirte solo.
Despertar no te embellecerá ante los ojos de los demás, pero te hará perfecto ante tu propia mirada.
Despertar no te dará más poder, pero descubrirás el poder que tienes.
Despertar puede que no disuelva los barrotes de tus cárceles, pero te dará la libertad de ser tú mismo.
Despertar no cambiará el mundo, te cambiará a ti.
Despertar no quita responsabilidad, muy por el contrario te dará conciencia de las consecuencias de tus actos y elecciones.
Despertar no te hará tener siempre la razón, más bien ya no sentirás deseos de tenerla.
Despertar no traerá caudales de amor a tu vida, descubrirás que ese caudal de Amor habita en ti.
Despertar tiene poco que ver con lo que imaginas y tiene todo que ver con el amor. Despertar es amarte a ti mismo, con tus límites y con tus experiencias, es amar al otro como parte de tu ser y es amar a la existencia... Sí, amar esta bella vida tan sorprendente y variada en todos sus matices.
Permítete disfrutar de la experiencia de ser el maravilloso Ser que ya eres. Tu vida es un acto sagrado pues es la creación del Dios que hay en ti, que eres tú.
LxA.

viernes, 7 de agosto de 2020

EL AMOR.


En la selva amazónica, la primera mujer y el primer hombre se miraron con curiosidad. Era raro lo que tenían entre las piernas.
-Te han cortado? -preguntó el hombre.
-No -dijo ella-. Siempre he sido así.
Él la examinó de cerca. Se rascó la cabeza. Allí había una llaga abierta.
Dijo:
-No comas yuca, ni plátanos, ni ninguna fruta que se raje al madurar. Yo te curaré. Echate en la hamaca y descansá.
Ella obedeció. Con paciencia tragó los menjunjes de hierbas y se dejó aplicar las pomadas y los ungüentos. Tenía que apretar los dientes para no reírse, cuando él le decía:
-No te preocupes.
El juego le gustaba, aunque ya empezaba a cansarse de vivir en ayunas y tendida en la hamaca. La memoria de las frutas le hacía agua la boca.
Una tarde, el hombre llegó corriendo a través de la floresta. Daba saltos de euforia y gritaba:
-¡Lo encontré! ¡Lo encontré!
Acababa de ver al mono curando a la mona en la copa de un árbol.
-Es así -dijo el hombre, aproximándose a la mujer.
Cuando terminó el largo abrazo, un aroma espeso, de flores y frutas, invadió el aire. De los cuerpos, que yacían juntos, se desprendían vapores y fulgores jamás vistos, y era tanta su hermosura que se morían de vergüenza los soles y los dioses.
Eduardo Galeano.

LA NOCHE.


I
No consigo dormir. Tengo una mujer atravesada entre los párpados. Si pudiera, le diría que se vaya;
pero tengo una mujer atravesada en la garganta.
II
Arránqueme, señora, las ropas y las dudas. Desnúdeme, desdúdeme.
III
Yo me duermo a la orilla de una mujer: yo me duermo a la orilla de un abismo.
IV
Me desprendo del abrazo, salgo a la calle.
En el cielo, ya clareando, se dibuja, finita, la luna.
La luna tiene dos noches de edad.
Yo, una.
Eduardo Galeano.

jueves, 6 de agosto de 2020

DE PLATÓN A GALEANO.


El diagnóstico y la terapéutica.
El amor es una enfermedad de las más jodidas y contagiosas. A los enfermos, cualquiera nos reconoce. Hondas ojeras delatan que jamás dormimos, despabilados noche tras noche por los abrazos, o por la ausencia de los abrazos, y padecemos fiebres devastadoras y sentimos una irresistible necesidad de decir estupideces.
El amor se puede provocar, dejando caer un puñadito de polvo de quereme, como al descuido, en el café o en la sopa o el trago. Se puede provocar, pero no se puede impedir. No lo impide el agua bendita, ni lo impide el polvo de hostia; tampoco el diente de ajo sirve para nada. El amor es sordo al Verbo divino y al conjuro de las brujas. No hay decreto de gobierno que pueda con él, ni pócima capaz de evitarlo, aunque las vivanderas pregonen, en los mercados, infalibles brebajes con garantía y todo.
Eduardo Galeano. El libro de los abrazos.