domingo, 30 de junio de 2019

DECÁLOGO PARA HACER FELIZ A ALGUIEN.




1.- Da un paso en dirección a alguien. Acércate sin ceremonias. Da un poco de tu corazón.
2.- Siéntate bien cerca y déjate estar algún tiempo, o mucho tiempo. No cuentes el tiempo de darte.
3.- Deja que aparezca una sonrisa. Expresa una gran sonrisa, mira a los ojos.
4.- Nota un defecto con delicadeza. Respeta una  lágrima.
5.- Escucha una historia, o muchas con atención. Escribe una carta y mándala.
6.- Habla en serio. Conversa con confianza. Cuenta un chiste. Ríete de un cuento.
7.- Pregunta: cómo va todo? qué tal estás? qué hay de nuevo y de bueno? cómo te ha ido?
8.- Sé atento(a). Sugiere un paseo, un buen libro, una buena película, algún musical de calidad.
9.- Acuérdate de alguien y llámalo. Ayuda a resolver un problema.
10.- Di  siempre: disculpe; muchas gracias;  no tiene importancia; le agradezco mucho; por favor…

Y no te maravilles; si luego de todo esto; la persona más feliz… eres tú mismo.



miércoles, 26 de junio de 2019

HOY.


Hoy estamos de fiesta en casa; hoy  sobrará  la risa y el festejo; hoy habrá jolgorio, comida y hasta dominó y todo; hoy, como dijera el poeta, dominguea  el almanaque y no es precisamente porque se divisa “Una mujer desnuda y en lo oscuro”, sino porque hay cumpleaños a bordo…
El protagonista esta vez es mi hijo menor, quien anda estrenando 18 años cumplidos, poniendo su pie izquierdo al borde del abismo de la adultez, sin siquiera notarlo y  a la vez que responde  febrilmente  a cientos de felicitaciones de amigos, familiares, conocidos… (sospecho que también hasta desconocidos), comenta escritos en las redes, habla de los planes para hoy con la novia y sus amigos, le responde a un hermoso comentario de su padre; quien en la distancia lo celebra y agradece, me resume su triunfal entrada a un sitio nocturno esta madrugada precumple, ostentando su identificación, ésta vez mostrándola, qué digo yo mostrándola, más bien ondeándola con premeditación, alevosía y ensañamiento, no como otras veces que enseñaba la de su amigo mayor, de lejos y como quien no quería la cosa para no ser descubierto como timba en la trampa…
Y yo miro todo desde mis espejuelos, disfruto la escena como un viejo filme, me regodeo en los recuerdos, me sonrojo secretamente al traer de vuelta mi propia adolescencia, le doy vueltas a este escrito, espero por otro amigo a que almuerce y regrese para instruirme en las labores de administración de nuestro sitio recién creado,  mientras elijo el mejor regalo que se me pudiera ocurrir para este hijo mío  querido, tan querido…
Alfonso Quiñones Vera, hijo  querido,  te regalo esta carta, que ya habría dado yo lo que no tengo por tener la gracia de haber escrito algo medianamente parecido y podértelo dedicar,  sin embargo afortunadamente tenemos grandes herencias, legados de  maestros de las letras a quien asirnos en momentos como éstos… léela hijo, imagínanos,  a todos los que te queremos bien, como “el profesor” de la carta y si es preciso apréndela de memoria, ya verás que lo necesitarás.
Te adora,
Mamá.

lunes, 24 de junio de 2019

GENTE NECESARIA.

Hay gente que con solo decir una palabra
enciende la ilusión y los rosales;
que con solo sonreír entre los ojos
nos invita a viajar por otras zonas,
nos hace recorrer toda la magia.

Hay gente que con solo dar la mano
rompe la soledad, pone la mesa,
sirve el puchero, coloca las guirnaldas,
que con solo empuñar una guitarra
hace una sinfonía de entrecasa.

Hay gente que con solo abrir la boca
llega a todos los límites del alma,
alimenta una flor, inventa sueños,
hace cantar el vino en las tinajas,
y se queda después, como si nada.

Y uno se va de novio con la vida
desterrando una muerte solitaria
pues sabe que a la vuelta de la esquina
hay gente que es así, tan necesaria.

Hamlet Lima Quintana.

EL ÁRBOL DE LOS AMIGOS.


Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices, por el simple hecho de que se hayan cruzado nuestro camino.
Algunas caminan a nuestro lado, viendo juntos muchas lunas pasar. Pero, en cambio, otras sólo las vemos durante la cortedad de un instante. A todas ellas las llamamos amigo. Existen muchos tipos de amigos. Tal vez, cada hoja de un árbol caracterice a uno de ellos. La primera hoja, la que nace del brote es el amigo madre, el amigo padre y nos muestran lo que es tener la vida. Después, viene el amigo hermano, con quien dividimos nuestro espacio, para que él florezca como nosotros. Luego, pasamos a conocer toda la familia de hojas, la cual respetamos y deseamos el bien. 
Pero el destino nos trae otros amigos, los cuales ni tan siquiera sabíamos que se iban a cruzar en nuestro camino. Muchos de esos son denominados amigos del alma. Son sinceros, verdaderos, saben cuándo no estamos bien y conocen lo que nos hace feliz. A veces, uno de esos amigos del alma está en nuestro corazón. Y entonces pasa a llamarse novio, novia, enamorado, enamorada. Eso le da brillo especial ante nuestros ojos, música a nuestros labios, ligereza a nuestros pies.
Pero también hay aquellos amigos que lo son por un tiempo. Tal vez, por unas vacaciones, o aún por un día, o una hora, quién sabe. Ésos suelen colocar muchas sonrisas en nuestra cara, durante el tiempo que están cerca. Pero hablando de la amistad, no podemos olvidarnos de los amigos distantes, aquellos que se quedan en las puntas de las ramas, pero que cuando el viento sopla aparecen nuevamente entre una hoja y otra. El tiempo pasa, el verano se va y el otoño se aproxima, y perdemos algunas de nuestras hojas. Algunas nacen en el próximo verano mientras otras permanecen por estaciones. Pero, lo que nos deja más felices es que las que se cayeron continúan cerca, continúan alimentando nuestra raíz con alegría. Con los recuerdos de los momentos maravillosos vividos mientras cruzaban nuestro camino. 
Yo les deseo, hojas de mi árbol; paz, amor, salud, éxito, prosperidad, hoy y siempre, sencillamente porque cada amigo es único. Siempre nos deja algo de sí y se lleva algo de nosotros. Los hay que se llevaron mucho, pero no hay los que no dejaron nada. Y esa es la mayor responsabilidad de nuestra vida y la prueba evidente que las almas no se encuentran por casualidad.
Entonces, qué más pudiera decirles, creo que solo me resta agradecerles, queridos amigos,  el regalo de este encuentro, ha sido una verdadera maravilla el  poder volver a compartir  recuerdos y vivencias de nuestra juventud, ahora hemos sembrado los próximos recuerdos, hemos honrado el privilegio que hemos tenido de conocernos, por éso, les llegue mi abrazo a todos y cada uno de ustedes, y muchas gracias!

jueves, 20 de junio de 2019

UNA MUJER DESNUDA Y EN LO OSCURO.


Una mujer desnuda y en lo oscuro
tiene una claridad que nos alumbra
de modo que si ocurre un desconsuelo
un apagón o una noche sin luna
es conveniente y hasta imprescindible
tener a mano una mujer desnuda.
Una mujer desnuda y en lo oscuro
genera un resplandor que da confianza
entonces dominguea el almanaque
vibran en su rincón las telarañas
y los ojos felices y felinos
miran y de mirar nunca se cansan.
Una mujer desnuda y en lo oscuro
es una vocación para las manos
para los labios es casi un destino
y para el corazón un despilfarro
una mujer desnuda es un enigma
y siempre es una fiesta descifrarlo.
Una mujer desnuda y en lo oscuro
genera una luz propia y nos enciende
el cielo raso se convierte en cielo
y es una gloria no ser inocente
una mujer querida o vislumbrada
desbarata por una vez la muerte.

Mario Benedetti

martes, 11 de junio de 2019

DESDE EL ALMA ( VALS )


Desde el alma.

Hermano cuerpo estás cansado
desde el cerebro a la misericordia
del paladar al valle del deseo
cuando me dices/ alma ayúdame
siento que me conmuevo hasta el agobio
que el mismísimo aire es vulnerable

hermano cuerpo has trabajado
a músculo y a estómago y a nervios
a riñones y a bronquios y a diafragma
cuando me dices/ alma ayúdame
sé que estás condenado/ eres materia
y la materia tiende a desfibrarse

hermano cuerpo te conozco
fui huésped y anfitrión de tus dolores
modesta rampa de tu sexo ávido
cuando me pides/ alma ayúdame
siento que el frío me envilece
que se me van la magia y la dulzura

hermano cuerpo eres fugaz
coyuntural efímero instantáneo
tras un jadeo acabarás inmóvil
y yo que normalmente soy la vida
me quedaré abrazada a tus huesitos
incapaz de ser alma sin tus vísceras.

Mario Benedetti