Hoy
estamos de fiesta en casa; hoy sobrará la risa y el festejo; hoy habrá jolgorio,
comida y hasta dominó y todo; hoy, como dijera el poeta, dominguea el almanaque y no es precisamente porque se
divisa “Una mujer desnuda y en lo oscuro”, sino porque hay cumpleaños a bordo…
El
protagonista esta vez es mi hijo menor, quien anda estrenando 18 años
cumplidos, poniendo su pie izquierdo al borde del abismo de la adultez, sin
siquiera notarlo y a la vez que
responde febrilmente a cientos de felicitaciones de amigos,
familiares, conocidos… (sospecho que también hasta desconocidos), comenta
escritos en las redes, habla de los planes para hoy con la novia y sus amigos,
le responde a un hermoso comentario de su padre; quien en la distancia lo
celebra y agradece, me resume su triunfal entrada a un sitio nocturno esta
madrugada precumple, ostentando su identificación, ésta vez mostrándola, qué
digo yo mostrándola, más bien ondeándola con premeditación, alevosía y
ensañamiento, no como otras veces que enseñaba la de su amigo mayor, de lejos y
como quien no quería la cosa para no ser descubierto como timba en la trampa…
Y
yo miro todo desde mis espejuelos, disfruto la escena como un viejo filme, me
regodeo en los recuerdos, me sonrojo secretamente al traer de vuelta mi propia
adolescencia, le doy vueltas a este escrito, espero por otro amigo a que
almuerce y regrese para instruirme en las labores de administración de nuestro
sitio recién creado, mientras elijo el
mejor regalo que se me pudiera ocurrir para este hijo mío querido, tan querido…
Alfonso
Quiñones Vera, hijo querido, te regalo esta carta, que ya habría dado yo
lo que no tengo por tener la gracia de haber escrito algo medianamente parecido
y podértelo dedicar, sin embargo
afortunadamente tenemos grandes herencias, legados de maestros de las letras a quien asirnos en
momentos como éstos… léela hijo, imagínanos, a todos los que te queremos bien, como “el
profesor” de la carta y si es preciso apréndela de memoria, ya verás que lo
necesitarás.
Te
adora,
Mamá.
Bello escrito, Amiga. Disculpa mi inasistencia o impuntualidad, razones de trabajo. Sin embargo, nunca es tarde si....FELICIDADES a tu nené? no, hijo con 18 que ya es una categoría de adulto en ciernes. Sobradas razones para ser mejor hombre-niño o viceversa que al final así seremos hasta el final de los días. Que se construya la suerte con las herramientas de la sapiencia, que no hay mejor arma que la entrega. Salud y amor!!!...qué más?
ResponderBorrarMuchas gracias! Me habría encantado identificarte , amigo, pero igual, grandemente agradecida!
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