lunes, 29 de junio de 2020

LA ACTITUD.


Una mujer muy sabia se despertó una mañana, se miró al espejo, y notó que tenía solamente tres cabellos en su cabeza.
’Mmm’ -pensó-, ’Creo que hoy me voy a hacer una trenza’.
Así lo hizo y pasó un día maravilloso.
Al día siguiente, se despertó, se miró al espejo, y vio que tenía solamente dos cabellos en su cabeza.
’Mmm’ -dijo-, ’Creo que hoy me peinaré de raya en medio’.
Así lo hizo y pasó un día grandioso.
El siguiente día cuando despertó, se miró al espejo, y notó que solamente le quedaba un cabello en su cabeza.
’Bueno’ -ella dijo-, ’ahora me voy a hacer una cola de caballo’.
Así lo hizo y tuvo un día muy, pero muy divertido.
A la mañana siguiente cuando despertó, corrió al espejo y enseguida notó que no le quedaba un solo cabello en la cabeza.
’¡Qué Bien!’ -exclamó- ’¡Hoy no voy a tener que peinarme!’.
LA ACTITUD ES TODO.
Nuestra clase de vida no está determinada por lo que nos sucede, sino por nuestra REACCIÓN a lo que nos sucede.
La vida no es esperar a que la tormenta pase...
Es aprender a bailar bajo la lluvia.


sábado, 27 de junio de 2020

EL PODER DE UN GESTO.


Una persona, un gesto, puede cambiarnos la vida.  Pero así como pueden cambiárnosla a nosotros, también pueden cambiársela a los demás. Por eso es importante que siempre recordemos que somos personas, y que somos dueños de nuestros gestos. Y que al vivir en un mundo de relación, en contacto con otras personas, nuestra propia persona y nuestros gestos pueden cambiar la vida de los demás. ¿Nos pusimos a pensar simplemente en el valor de una sonrisa?
Cuán diferente nos sentimos cuando se nos recibe con una sonrisa en lugar de una mueca o sólo con indiferencia! Qué distinto nos predispone la amabilidad, una palabra cálida, un gesto de cariño una caricia, un beso, una manifestación de ternura...!
 En cambio, la grosería, el desprecio, la indiferencia, el maltrato, pueden destruirnos. Tratamos de ir por la vida sembrando amor y respeto; y no siempre recibimos lo mismo. Pero eso no debe hacer que nosotros cambiemos, porque, entonces, estaríamos imitando modelos que repudiamos. Si algo nos lastima tratemos de cambiarlo; y si no podemos, apartémonos de ello. Pero no emulemos su accionar. Recordemos que esas, nuestras acciones, pueden cambiar la vida de los demás. Y lo lindo es cambiar la vida de los demás para bien, para mejor. Lo bueno es cambiar lágrimas por sonrisas, tristeza por alegría, desprecio por consideración, odio por amor, maldad por bondad... Siempre, lo mejor, es cambiar malo por bueno. Obremos de modo tal que, en nuestro paso por la vida de los demás, sembremos sólo amor. Seguramente cosecharemos más de lo que nos podemos imaginar.

sábado, 20 de junio de 2020

SUEÑO.

SUEÑO
Los niños, versos vivos
José Martí
Cuando duermes, hija mía
en el alma de la noche
quizá tu sueño derroche
lo que busco, la poesía.
Y luego al llegar el día
despiertas y se te olvida
el poema que dormida
compusiste sin esfuerzo.
¡Y a otros hacer un verso
les toma toda la vida!
Wichy Nogueras.

domingo, 14 de junio de 2020

LAS PERSONAS "HOGAR".

Entre todos los rincones del mundo, siempre hay uno favorito. No importa cuánto te muevas, cuánto viajes o dónde estés, nunca es mal momento para regresar. Sabes bien cuáles son: ‘tus personas hogar’.
Las personas hogar huelen a amor y aceptación incondicional. Huelen a cariño, a abrazos largos donde se te cierran los ojos y se esboza una sonrisa. Estas personas huelen a amistad, amor y familia elegida. Huelen a ‘estoy a tu lado así tengamos que apretar los dientes’ y confían en ti incluso cuando tú mismo has dejado de hacerlo. Son aquellas personas que no te evitan el vértigo ni la caída, sino que te ofrecen las palabras exactas que solo puede regalarte alguien que se cosió las heridas a aprendizajes. (...)
Las personas hogar nos dan ese impulso que necesitamos para hacer las cosas que nos dan miedo. Son el paracaídas perfecto que nos regala confianza en nosotros mismos y se convierten en la dosis exacta de valentía necesaria para saltar con la confianza de saberse protegido en la caída.
Estas personas desprenden ese olor tan particular que habita en las pequeñas cosas: huelen a libro nuevo, a taza de té caliente, a café recién hecho y a tierra mojada. (...) Te conocen al detalle y, a pesar de todo y sobre todo, siguen a tu lado. Son la sinceridad y la transparencia en persona. Por eso, una persona hogar es el mejor espejo donde mirarse cada día: siempre refleja la versión más real y auténtica de ti. La más bonita. Son la luz al final del túnel, el apoyo durante el camino y el hombro en donde depositar tus lágrimas.(...)
No necesitas migas de pan para encontrar el camino de vuelta a ellas y tienen las coordenadas de tus momentos importantes. (...) son la estancia más segura donde habita la suma de las pequeñas cosas más grandes de tu vida.
(...) pase lo que pase, siempre habrá un hilo invisible que nos una a esas personas tan especiales; porque, en esencia, una persona hogar tiene la copia de la llave de tu ‘casa’… y de tu corazón...
Lxa.

viernes, 12 de junio de 2020

APENAS Y A PENAS.

...Pensé, ojalá que no
Pero esta vez podría ser la última vez
Y si después de todo, esta vez es la última
Cómo haré en mis vigilias sueños y duermevelas
De dónde sacaré la fuerza y el olvido
para desentenderme de esta magia en tinieblas
Y si después de todo, esta vez es la última
Entonces cómo haré para tomar distancia
de este vasto paisaje, de este cuerpo horizonte,
de esta comarca en paz, de esta dulce morada
Y si después de todo esta vez es la última
Entonces cómo haré para hablar este idioma
que he aprendido y aprendo a golpes de dulzura
a ráfagas de amor, a salvas de memoria.

Ojalá que no.
Mario Benedetti (Frag.)

domingo, 7 de junio de 2020

EL AMOR SEGÚN GONZALO ARANGO.

El amor según Gonzalo Arango.
(Escritor y poeta colombiano)
Revista Cromos (2.496), Bogotá, 12 de julio de 1965, p. 72.
A veces soy feliz, especialmente cuando amo. Dejo que la vida me pase por los ojos y me deje existir con una pasividad que no hace resistencia al temor, ni a la idea de morir. El espíritu de inquietud cede sus furores al silencio, y una especie de bruma adormece las impaciencias del alma.
Pero el amor, aunque es mi sentimiento más creativo, no puede ser nunca la imagen de un amor feliz. Tiene que ser, necesariamente, un sentimiento de turbación, de ruptura. Tenerlo a distancia para conquistarlo, en esa lucha radica su belleza. Poseer plenamente un ser es destruirlo. Así, un sol deslumbrante destruye la luz, sofoca la mirada y arruina el esplendor de los objetos. La posesión es mortal al deseo, le roba su encanto, su misterio, ese misterio que es la esencia del amor, su arma más seductora. Por eso, la mujer que oculta su identidad en un antifaz, es excitante hasta la locura: estimula nuestra pasión de posesión, nuestra pasión creadora. Su ocultamiento se abre como un desafío a nuestra sed de conquista.
La mujer, al entregar su amor, debe conservar para sí una zona inédita, de penumbra, esa que el hombre descubrirá después de la posesión, que casi siempre deja en el espíritu un sentimiento de rendición y nostalgia.
Si en ese proceso de la conquista esa zona se ilumina con la plenitud, los amantes deben renovarla, crearle al cielo de la pasión una nueva estrella y una nueva distancia. Y así, el proceso creador del amor se hará infinito, y el sexo dejará de ser un reclamo transitorio del instinto, para convertirse en un poema de vida y atormentada belleza que sellará su duración, salvándose de las amenazas de la rutina y el tedio.
No proclamo la astucia y la traición que son armas fraudulentas del amor pueril. Quiero excitar a la mujer a una rebelión de su naturaleza para que se sacuda los complejos seculares de la burda dominación que la tienen sometida a un destino miserable de objeto erótico y justificador del egoísmo viril. Esta liberación será posible cuando la mujer decida romper las antiguas estructuras que no le permiten más alternativa que una fatalidad procreadora, y cuando abandone el coqueto narcisismo del eterno femenino, por cuya imbecilidad ha pagado un precio demasiado caro. Entonces sí será un ser humano, un espíritu creador de valores cuyo porvenir no sólo es el hombre, sino la historia.
Todos amamos alguna vez, y fracasamos un poco. La experiencia, unida a la reflexión sobre los sentimientos, nos enseña a conocer la naturaleza del alma, que es compleja como el misterio del mundo.
El amor tiene dos enemigos mortales: la felicidad total, y la desdicha total. Ambos, si se erigen en sistemas eternos de vida emocional, acabarán por destruirlo. Lo ideal sería una verdad de amor cuyo equilibrio radicara en un poco de certeza y un poco de duda; de posesión y lejanía; de plenitud y ansiedad; de ilusión y nostalgia. En la síntesis de estos opuestos el amor encontrará su centro de gravedad, su energía, y sus fuentes de duración.
—¿Por qué nunca dices que me amas?
—¿Para qué? Adivínalo. Si te lo estuviera recordando a toda hora te aburrirías y dejarías de amarme.
Tenía razón. Con su silencio ponía en movimiento mi fantasía, me excitaba a una lucha con sus fantasmas interiores, me ponía a dudar, a padecer los terrores de la esperanza, o las dulzuras de la desesperación.
El único porvenir del amor es el presente, y merecerlo cada día. Pues el amor tiene la duración de las cosas efímeras: del día, de la ola, del beso. Su “eternidad” depende de ese movimiento continuo para que una ola forme a la siguiente, y el beso induzca de nuevo al deseo. Con este ritmo incesante el amor puede ganarse como una victoria para toda la vida, que es mejor que para toda la “eternidad”.
Esa es, en esencia, la naturaleza y el destino del amor: lo que nace vive, languidece, muere y constantemente resucita. Y su resurrección dependerá del milagro, que no es otra cosa que la poesía. Pero esta poesía no son versos, ni se refiere a idealismos despojados de carne. Esa poesía es vida, está hecha del cuerpo de los amantes, sus deseos, sus silencios, y de cada átomo de energía viviente.
El amor, esa efusión, no es un divorcio del cuerpo y el espíritu, sino sus bodas. No existe el amor carnal ni el amor ideal. Tales prejuicios son aberraciones simbólicas de la moral. El auténtico amor, el puro amor, es la apoteosis de cuerpo y alma reconciliados en la unidad viviente de dos seres triunfando sobre la muerte, sobre la soledad, en el exilio de la tierra.
Digamos en su honor que el amor es un misterio, y que su única evidencia es que existe. Pues sin duda existe y aclara otros misterios con su poder revelador. A veces, en noches de desamparo y amargo ateísmo, en brazos de una mujer, he descubierto el rostro de Dios. Por eso para mí es sagrado, porque colma en mi alma los abismos de lo divino, la necesidad de un ideal que dé sentido a la vida y haga florecer la tierra. Pues Dios es todo lo viviente, sobre todo una mujer amada, excepto cuando carga el amor de cadenas para hacer de la vida un infierno.
Estos pensamientos que he pensado sobre el amor son la respuesta a una pregunta furtiva de una mujer burguesa. Ella quería saber qué era para mí el amor, si una pasión sexual o un sentimiento del espíritu. Yo le dije con sumo respeto:
—Señora, son las dos cosas, pero en la cama.
Como era célibe y de moral estoica, se escandalizó. Pero yo no tengo la culpa de que el rostro de la verdad sea, como en el caso del amor, un rostro desnudo. Mejor dicho, dos rostros desnudos.

jueves, 4 de junio de 2020

SAL SAGRADA.

                         Debe existir algo sagrado en la sal: está en nuestras lágrimas y en el mar.

martes, 2 de junio de 2020

LUNÁTICA.

“Me han dicho, a modo de crítica,
que vivo en la luna.
Les he dicho, a modo de crítica,
que viven en la tierra.”
Jaime J. Escobar.

CONOCER LA DERROTA.


"Podrás perder mil batallas, pero solamente al perder la risa habrás conocido la auténtica derrota"
 Ho Chí Minh.
Pintura: Lise Marion.


EL LADO ROSA DE BUKOWSKI.


                              …ella es una flor que se mece al viento en el centro absoluto de
                                 mi corazón...

CHARLES BUKOWSKI

I
“Un poema para mi hija”
Se lo doy con la
cuchara: papilla de pollo con fideos
ciruelitas
un postre de frutas infantil.
se lo doy con la cuchara y
por el amor de Dios
no le eches la culpa a la
niña
no le eches la culpa al
gob.
no le eches la culpa a los jefes ni a las
clases trabajadoras...
méteselo
en esa boquita
como cera
fundida.
llama un amigo:
~¿qué vas a hacer ahora, Hank?
~¿qué demonios quieres decir con qué voy a
hacer?
~me refiero a que ahora tienes una responsabilidad, tienes
que educar
bien a la
cría.
en vez de eso le doy de comer:
¡se lo meto con la cuchara!
ojalá se haga con
un sitio en Beverly Hills
sin la menor necesidad de cobrar el paro en la vida
y nunca tenga que venderse al mejor
postor.
y nunca se enamore de un soldado o un asesino de cualquier
clase.
y ojalá
aprecie a Beethoven y Jelly Roll Morton y
los vestidos bonitos.
tiene una auténtica
oportunidad:
antes estaba el
Fondo Teórico y ahora está la
Gran Sociedad.
~¿vas a seguir apostando a los caballos? ¿vas a seguir
bebiendo? ¿vas a seguir ...?
~sí.
ella es una flor que se mece al viento en el centro absoluto de
mi corazón...
ahora duerme maravillosamente como una
barca en el Nilo.
es posible que algún día
me entierre.
eso estaría bien.
si no supusiera una
responsabilidad.

II
“Marina”
Majestuosa, mágica
infinita.
mi niña es
el sol
sobre la alfombra
al otro lado de la puerta
cogiendo
una flor !aja!
un viejo
destruido en la batalla
emerge de su
silla
y ella me mira
y solo ve
amor,
!aja! , y me reconcilio
con el mundo
y respondo con amor
simplemente
como
estaba
previsto.

lunes, 1 de junio de 2020

POEMA COMO UN ABRAZO.

Y es que una cosa lleva a la otra. Cuando hablamos de exilio, inexorablemente se mueven imágenes y palabras como resortes, como piezas de un mismo engranaje: ausencias, recuerdos, nostalgia, memorias, lejanía, cariño, melancolía... y todas parecieran tener el mismo significado... y saltan disparadas cual flechas con una diana como común destinatario: los amigos. Para los de acá, los de allá, los de toda la vida, los de ayer o este minuto, para todos, este poema que se me antoja un abrazo.
Cuando tengas frío.
Usa mi llave cuando tengas frío,
cuando te deje el cierzo en la estacada,
hazle un corte de mangas al hastío,
ven a verme si estás desencontrada.
No tengo para darte más que huesos
por un tubo y un salmo estilo Apeles
y páginas anémicas de besos
y un cubo de basura con papeles.
Ni me siento culpable de tu lejos,
ni dejo de fruncir los entrecejos
que usurpan de tus ojos la alegría,
si quieres enemigos ya los tienes,
pero si socios buscas ¿cuándo vienes
a repartir conmigo la poesía?
Joaquín Sabina.