lunes, 1 de junio de 2020

POEMA COMO UN ABRAZO.

Y es que una cosa lleva a la otra. Cuando hablamos de exilio, inexorablemente se mueven imágenes y palabras como resortes, como piezas de un mismo engranaje: ausencias, recuerdos, nostalgia, memorias, lejanía, cariño, melancolía... y todas parecieran tener el mismo significado... y saltan disparadas cual flechas con una diana como común destinatario: los amigos. Para los de acá, los de allá, los de toda la vida, los de ayer o este minuto, para todos, este poema que se me antoja un abrazo.
Cuando tengas frío.
Usa mi llave cuando tengas frío,
cuando te deje el cierzo en la estacada,
hazle un corte de mangas al hastío,
ven a verme si estás desencontrada.
No tengo para darte más que huesos
por un tubo y un salmo estilo Apeles
y páginas anémicas de besos
y un cubo de basura con papeles.
Ni me siento culpable de tu lejos,
ni dejo de fruncir los entrecejos
que usurpan de tus ojos la alegría,
si quieres enemigos ya los tienes,
pero si socios buscas ¿cuándo vienes
a repartir conmigo la poesía?
Joaquín Sabina.

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