sábado, 23 de enero de 2021

UNA PALABRA DE AMOR.


“Una sola palabra dicha con amor a un niño, lanzada con amor a la diana de su corazón infantil, puede curar un infinito número de futuros”
Jesús Montiel.

miércoles, 20 de enero de 2021

CORAJE.

 


“La valentía de sentir esto

de contar esto

de estar viva

intentando aprender

lecciones imposibles de enseñar”

Adrienne Rich.

SOLEDAD.

 


Soledad no es falta de gente para conversar, amar,

pasear o tener sexo.

Eso es carencia.

Soledad no es el sentimiento que experimentamos por la ausencia de

seres queridos que no pueden volver más.

Eso es melancolía.

Soledad no es el retiro voluntario que la gente, a veces,

se impone para rearmar sus pensamientos.

Eso es equilibrio.

Soledad no es el claustro involuntario que el destino nos impone compulsivamente para que reveamos nuestra vida.

Eso es un principio de la naturaleza.

Soledad no es el vacío de gente a nuestro lado.

Eso es circunstancia.

Soledad es mucho más que eso.

Soledad es cuando nos perdemos de nosotros mismos y procuramos en vano por nuestra alma.

 Chico Buarque (Francisco Buarque de Holanda)

 

lunes, 18 de enero de 2021

LA HABANA.

 



La Habana, un día despertará de su largo sueño, se arrancará con desdén consignas y carteles, se sacudirá el pelo al viento y con ese andar seguro de mujer que se sabe hermosa, marchará al encuentro de los siglos y de nosotros. 

No hará preguntas, se sabe dueña de todas las respuestas. Alguien curioso, le dirá, es cierto que hubo un tiempo que anduviste sucia, mal vestida, casi viviendo de limosnas? 

Sonreirá con picardía y dirá: sabes?, no me acuerdo. 

Refrescará sus pies en la espuma de las olas que rompen junto a ella y seguirá indetenible, conquistando sueños guardados. 

Ciudad alucinante, mi ciudad, nuestra!

José Iturriaga.

SALIR A CAMINAR.


A Aristóteles le gustaba caminar dando clases, por eso fundó la escuela de los peripatéticos, que significa “itinerantes” o “ambulantes”. Caminar le permitía pensar.

Kant salía a caminar todos los días a la misma hora, hacía el mismo recorrido siempre, sin importar el clima. En una oportunidad se distrajo leyendo al Emilio de Rousseau y, quienes lo veían pasar a diario, se preocuparon seriamente por su salud. Para él caminar era un ritual.

Las caminatas de Nietzsche eran diferentes, comenzaban de una manera tan intempestiva como sus ideas. Podían durar minutos o llegar hasta las ocho horas porque, según decía, hay pensamientos que solo se pueden tener en soledad y a seis mil pies de las montañas. Decía que no había que creer en ningún pensamiento que no hubiera surgido al aire libre. Salir a caminar para él no era una distracción, era parte de su acto de escribir.

Arthur Rimbaud no se definía como un poeta, sino como un peatón. Se mantuvo deambulando toda su vida. A pie, siempre a pie. Para él resultaba imposible quedarse quieto, hasta que su rodilla se inflamó y tuvieron que amputarle la pierna. Sus últimas palabras fueron: “Deprisa, nos esperan”. Caminar era una forma de dejar atrás, de huída.

Ray Bradbury, al contrario que muchos humanos, prefería caminar los días de viento y de lluvia, salir a disfrutar del hermoso mal tiempo sin paraguas, para mojarse, era una forma de sentirse vivo.

Yo prefiero caminar de noche, sin las presiones que trae el día, distraídamente, por donde sea, dejando que las ideas caigan cual hojas en el otoño, como asociando libremente. Pero cada tanto aparece ella en mi cabeza. No estoy segura si siempre me acompaña, o si es mi camino.

LxA

domingo, 17 de enero de 2021

MUJERES.

Existen otro tipo de mujeres que no leen poesía, las que no compran libros, las que toman café de olla en lugar de capuchinos en Starbucks, las que no saben quien es Bukowski, ni tampoco Mónica Gaee o Sabines, pero se saben el camino a las escuelas, universidades, cineteca, bibliotecas o museos, porque ahí llevan a sus hijos, nietos o hermanos.

Son ese tipo de mujeres que trabajan fuera y dentro de casa 20 horas y aún les sobra tiempo para soñar. Otras más laboran en fondas, oficinas, fábricas o talleres, lavando, limpiando, ordenando, etc...y no usan bolsas Michael Kors, usan bolsas de plástico, morrales o mochilas.  Son aquellas que no usan Internet, sino 30 pesos de recarga para estar al pendiente de sus familias, de sus hijos.

Las de mala ortografía, las de fiestas patronales en lugar de centros comerciales o cenas de gala. Existen mujeres "sin doctorados" pero más sabias e inteligentes; con sentido común, nobles, ecuánimes, mujeres de buen sazón. Existen las que no son abogadas, arquitectas o doctoras...

Verdaderas damas con vestidos de manta y huaraches. Las que no se maquillan, ni necesitan prendas costosas o zapatillas para sentirse mujer. Las menos agraciadas por los estereotipos de moda y belleza racial.

Mujeres valientes, mujeres de una sola pieza, que no se rompen, que no se agrietan, que no se quiebran. Mujeres fuertes. Son aquellas que ves vendiendo frutas en mercados o debajo de los puentes, en parques, quioscos y avenidas, las que no saben aún de tecnología ni hablan inglés. Pero saben dar los buenos días, buenas tardes, dicen con permiso, gracias y por favor, siempre con una sonrisa.

Son felices ayudando al prójimo, mujeres con las que conversas 10 minutos y te cambian la percepción de la vida. Mujeres como la Madre Tierra: Fértiles, Calladas, Sabias, Protectoras, Fuertes. Las que se enferman y no se quejan, ni mucho menos lo publican en redes sociales. Mujeres de buena madera. En cada mujer de éstas habita el amor, la comprensión, la sabiduría, la fortaleza y el respeto de un linaje que se niega a morir.

Mujeres de Hierro... No de cristal.

 Dharius Vidal.

 

  

viernes, 15 de enero de 2021

OJALÁ.


"Ojalá seamos dignos de la desesperada esperanza.

Ojalá podamos tener el coraje de estar solos y la valentía de arriesgarnos a estar juntos, porque de nada sirve un diente fuera de la boca, ni un dedo fuera de la mano.

Ojalá podamos ser desobedientes, cada vez que recibimos órdenes que humillan nuestra conciencia o violan nuestro sentido común.

Ojalá podamos ser tan porfiados para seguir creyendo, contra toda evidencia, que la condición humana vale la pena, porque hemos sido mal hechos, pero no estamos terminados.

Ojalá podamos ser capaces de seguir caminando los caminos del viento, a pesar de las caídas y las traiciones y las derrotas, porque la historia continúa, más allá de nosotros, y cuando ella dice adiós, está diciendo: hasta luego.

Ojalá podamos mantener viva la certeza de que es posible ser compatriota y contemporáneo de todo aquel que viva animado por la voluntad de justicia y la voluntad de belleza, nazca donde nazca y viva cuando viva, porque no tienen fronteras los mapas del alma ni del tiempo."

Eduardo Galeano. 

jueves, 7 de enero de 2021

DEMANDA DE AMOR.


 Toda demanda es demanda de amor. Cada uno llama la atención como puede. Como sabe. Como aprendió. A nadie le resulta divertido estar pataleando en el medio del piso para rescatar una puta mirada. El que grita está haciendo ruido para que no se le note el dolor. Hace un mar de estruendo para disimular que tiene una falta que no puede llenar. El otro, que a veces no sabe ni lo que quiere, te está poniendo los ojos de frente para que lo mires y le acaricies la cabeza. No es tan complicado que, de repente, estires un poco el brazo y le salves la noche. ¿O no?

La gente crece y va perdiendo pedazos por todos lados. A veces, necesita una mano que la ayude a juntar. Tan simple como ayudar a juntar. Como te enseñaron en el jardín. Qué importa quién desordenó la cosa. Qué importa, dime, si a ese tipo ahora no le da el cuerpo para juntar el desbarajuste que le quedó. Dale, agáchate y junta con él. Mira. Acaricia. Escucha. Abraza. No importan los pormenores.
Todos estamos atravesados por las mismas cosas. Es cuestión de tiempos verbales. Hoy le toca a alguien que no eres tú. Dale. No importa cómo lo pida. Importa que lo está pidiendo. En el fondo, toda demanda es demanda de amor. Vamos. No es tan complicado. No seas tan prolijito con las cositas del alma. Relaja y da. Hay momentos en los que, con un abrazo, nos salvamos todos.
L.P.

REYES MAGOS.

 


Una vez vi a los Reyes Magos. No eran tres, eran dos y eran los mejores magos que vi en mi vida.

Se las arreglaban para que siempre hubiera algo en los zapatos, lo mínimo, lo que fuere.
Aunque no tuvieran nada, ellos lograban dejarnos lo que para nosotros era todo.
Al tercer Rey Mago nunca lo vi, pero seguro que lo dejaban cuidando los camellos. Nunca, nunca olvidaré a los dos Reyes Magos que vi. Seguro que tú también los viste y sabes bien quiénes son y sabes que en el fondo son más magos que reyes.
Si dejaste de creer, si esta noche no pones los zapatos, ni las galletas, ni el agua, acércate a tus Reyes y dales un beso en la frente. Si ya no tienes a tus Reyes contigo, recuerda que desde un cielo lindo siguen viajando para seguir entregando ilusiones y sonrisas…
Agradezcamos la herencia que nos dejaron porque ahora muchos nos hemos convertido en Reyes y en Magos. Y lo mejor que podemos hacer a su vez, es dejarle a nuestros hijos esa magia que los convertirá un día en Reyes y en Magos…. Y tal vez, dentro de unos años, seamos nosotros quienes recibamos ese beso en la frente.
Feliz día para los Reyes de hoy, para los de ayer y para los Reyes del futuro, porque no hay mejor reino que nuestro hogar, ni mejor magia que un abrazo!