viernes, 31 de mayo de 2019

CATARSIS.



Lo que yo quería decirles es que son preciosos, que sí, con todas sus canas y arrugas, y con sus libras de más o menos, con sus barriguitas y sus vicios, y sus corazones rotos y sus victorias. Y que se van a morir: que nos vamos a morir, que al universo no le importa, que estamos de paso, pero que nuestros pasos son bonitos. Que hay belleza aquí y allí, que hay algo irrepetible en todo. Que fumen, que beban, que hagan dietas, o no, que se gasten el dinero en esas zapatillas que tanto se llevan ahora, que total, nada dura, pero el momento merece la pena. Que besen como tontos, que se enamoren como tontos, que paren a la gente por la calle y le digan que les gusta, que sí, que quizás sean desconocidos, pero: quién se conoce hoy en día? Que se llenen de cosas, que lean, que escuchen música, ríanse de los chistes malos. Miren, el mundo es mundo, son caminos, es gente. Abracen a sus padres, a sus abuelos, que se irán más pronto, a sus hermanos y amigos, y salgan a la calle. También hagan el amor, dense a alguien, entreguen todo, hasta lo último que tengan, déjense en las manos del otro, aunque sea solo una vez. Pruébenlo todo. Caminen solos, observen, toquen, huelan. Cojan aire, respiren profundamente, llenen los pulmones de este aire tóxico, pero nuestro aire, a fin de cuentas. Y perdonen, que las culpas no los distancien, que los silencios no sean kilómetros, paren los desalojos, no envejezcan matando al niño que llevamos dentro, él no se merece eso. Amen fuerte, besen fuerte y largo, vivan. Bailen a lo loco, canten a gritos aunque no se sepan la canción, aunque desafinen, aunque esté en otro idioma, no importa. Estén, déjense estar, simplemente, pero que se note. Nótenlo.





martes, 28 de mayo de 2019

MANUAL DE LA MUJER INTELIGENTE.



MANUAL DE LA MUJER INTELIGENTE:

1- Mande a todo aquel que no la ama ni valora,  que la desprecia,  minimiza,  reniega, excluye, maltrata, manipula, a la basura.
2- No deje mensajes, no busque, ni mencione nunca más a la persona en cuestión.
3- Báñese, aunque se quiera quedar en cama, métase a bañar.
4- Póngase perfume en el escote (indispensable) y lápiz labial.
5- Use única y exclusivamente rímel en base agua, para cuando sienta ganas de llorar lo piense dos veces.
6- Salga de su casa, no importa si no tiene a quien visitar.
Agarre a su mascota y salga.
No tiene mascota? Agarre un libro y diríjase al parque más cercano.
7- Sonría, nadie quiere estar con una persona con cara de amargada.
8- Hágase el amor.
Usted solita, en su cuarto, con o sin estímulo.
Las sonrisas más bellas se muestran cuando una está satisfecha.
9- Coma, bien y copioso. Consiéntase. Un antojo no matará a nadie.
Las dietas están hechas para romperse una vez al mes.
10- Quiérase, suena fácil, ya sé.
Mírese en el espejo con respeto y serenidad.
Si no tiene nada agradable que decirse permanezca en silencio.
Si no aprende a respetar su sobrepeso, su estatura, el tamaño de su busto, sus estrías y celulitis, es fácil que alguien pueda herirla en su intimidad.
11- Recuerde que todo esto pasará.
Nada dura para siempre.
Deje salir sus lágrimas, pero no se regodee en su dolor.
Ya mañana puede volver a comenzar...



ESTEFANÍA DE LA CARIDAD, YO TE ABRAZO.


He estado pensando desde hace mucho en el día de hoy. Cómo hacer para agasajarte? Qué vía utilizar para recordarte tu día que no sea  un camino trillado y cursi? Cómo sorprenderte y alegrarte? Si estuvieras acá habría llevado días desandando La Habana para encontrarte el más lindo de los obsequios, ése que tuviera raros y ocultos resortes, que te habría dicho, en el lenguaje de las miradas, lo mucho que te quiero, que te habría trasmitido, con sólo tocarlo,  toda la vibra de este amor de hermana que llevo conmigo desde que no pude darte aquel último abrazo … es que ya llevamos más años de conocernos que los que no, y en todos ellos hay una dosis de cariño que ha contribuido a construir ésta , nuestra hermosa y entrañable amistad. Guardo muchos recuerdos que me acarician el alma en esos días en que sabes que es casi imposible levantar el espíritu del suelo, y muchos de ellos te los debo a ti, afortunadamente. Vivo todos los días de mi vida agradeciendo por todo lo que me ha dado, y tú, hermana mía, tú y todos los que amas vibran en mis plegarias. Entonces hoy quiero que te llegue ésta, en la que pido porque tengas una larga y muy dichosa vida, en la que seas inmensamente feliz y donde disfrutes de salud, amor, logros, y éxitos en todos tus propósitos… todo esto y más de todo lo bueno te deseo, hoy y siempre. Imagino que te abrazo grande, fuerte y por mucho rato… ese abrazo lograría decirte todo lo que se me escapa porque no encuentro las palabras correctas… nunca hay palabras suficientes para nombrar los sentimientos genuinos, para explicar las emociones más profundas...  Cuídate mucho Karen Morales Díaz de Villalvilla porque algún día nos daremos ese abrazo… y más te valdrá  estar lista porque tenemos muchos asuntos pendientes de qué hablar y compartir en esta vida!

jueves, 23 de mayo de 2019

NOMBRAR LA TERNURA.




No sé muy bien porqué, pero sucede que la gente que se quiere, sin proponérselo  inventa palabras…le ponemos nombres raros a las mascotas, alias graciosos a los amigos, “humanizamos” con nombres simpáticos nuestros objetos significativos…lo hacemos todos, incluso los enfermos mentales lo hacen (neologismos le llaman en el caso de ellos) y es que ellos también quieren, también sienten…
 Entonces pienso yo que ésto no es más que nuestro  intento desesperado por dejar huella,  “fotografiar” la emoción, el sentimiento, por retener y “eternizar” las ganas de quererse, de darse… por esquivar la temporalidad de todo, de todos…por burlar, por un instante, la muerte.
Que se atreva alguien a negarme ésto… le responderán a gritos mi KarencitaMaríaVirginiadelaCaridad, mis Pachutos, mi Matojo, mi Mimamiriam, mis Genízaros, mis Regullones, mi Panconná y mi Panconpeo, mi Lago y mi Machete, mi Coso, mi Huevitoamarillo, mi Jamanech, mis Cuquiñis,  mi Chipurruca, mi Patinejo, mi Kinikini, mi Martulín… a ellos todos, les llamo yo “Ternura”. Pregúntenles si quieren, ellos no me van a dejar mentir.





martes, 21 de mayo de 2019

LOS NIÑOS.

A veces solo hace falta conversar con niños pequeños para volver a entender la vida.
…Los niños son seres libres, que piensan libremente y que llegan más allá. Son más brillantes que nosotros y tienen mejores ocurrencias y mejores reflexiones, porque nadie les ha retocado todavía el pensamiento con eso que llaman «Educación». Y lo más importante: los niños usan el sentido del humor sin darse cuenta, como una fórmula más para decir con precisión lo que sienten (a mí este detalle me parece tan importante como el descubrimiento de la penicilina). Sus argumentos son difíciles de contestar y dicen las cosas con una determinación que ya la quisiera para sí el mejor de los cómicos. Es evidente que, con la edad, hemos perdido algo muy valioso por el camino, alguien, a base de ataques y desplantes a nuestra autoestima, nos lo ha ido quitando, lo ha ido dejando cada vez más sordo, cada vez más ciego, cada vez más borroso, cada vez más insignificante, hasta que un día, cuando vas a decir una de esas cosas que diría un niño, te callas, porque te da vergüenza… Pues ¡que sepas que te han derrotado!…La capacidad de ser feliz está en esa parte salvaje de ti con la que viniste al mundo y que has ido escondiendo por el «qué dirán»... Desentierra la parte del niño que hay en ti y sácala a la luz. Ésa es la mejor versión de ti mismo que tienes. Sonríe como un niño, mira como un niño, juega como un niño y tu vida mejorará inmediatamente. Y, por favor, no te olvides de una cosa: manda a la mierda lo serio, nadie quiere estar serio salvo que esté enfermo. Así que no te dejes contagiar. Éste es el secreto de la felicidad. Íntimamente ya lo sabíamos, pero, si necesitas pruebas, continúa leyendo  y compruébalo.

David, 4 años: Mirando el Guernica de Picasso, dijo: «Pero ¿qué desorden es éste?».
Patricia, 4 años: Patricia se perdió un día en un centro comercial, se acercó a un guardia de seguridad y le dijo: «Perdone, se han perdido mis papás». Y él le preguntó: «¿No te habrás perdido tú?». Y Patricia contestó: «No, no, yo estaba viendo los juguetes».
Uriel, 3 años: Un día Uriel estaba con sus padres en la terraza del bar que ellos tienen y, sin venir a cuento, Uriel le dijo a su padre: «Papá, hay que comprarte unos cojones, que mamá dice que no tienes».
Alejandro, 5 años: Alejandro estaba en la piscina con su padre tomando el sol y le preguntó de repente: «Papá, si yo me pongo muy moreno, ¿seguiré hablando español?».
María, 5 años: Un día le dijo María a su madre: «Mamá, ¿sabes qué es un hongosexual?». «No, mi vida, ¿qué es?», le preguntó su madre. María contestó: «Pues es como un guay, pero que le gustan los chicos».
Ángela, 3 años: Este año ha empezado el cole y a las dos semanas de empezar, su tío le preguntó qué tal le iba y ella le dijo: «Pues ya me han castigado sin recreo por pelearme con una niña. Si la vida sigue así, a mí me agobia».
Henar, 5 años: Un día su padre llegó de trabajar y le dio un beso y, cuando el padre se estaba alejando, Henar se limpió disimuladamente la mejilla. Su padre, un poco enfadado, le dijo: «Oye, no te limpies mi beso». Y Henar respondió: «No me lo estoy limpiando, me lo estoy extendiendo».
Iván, 6 años: «Los mayores son fuertes y no lloran de dolor... Lloran de tristeza, de amor, de cebolla...».


 “El tesoro secreto. Frases célebres de niños” Frag…
Autor: Pablo Motos.



lunes, 20 de mayo de 2019

SANARSE.



Uno tiene que curarse primero. Te andan obligando a disfrutar el momento, a soltar lo que te hace mal, a dejarte fluir con las circunstancias y a entregarle todo al Universo para que suceda lo que convenga. Dejen de mentirle a la gente rota, que todos sabemos que a nadie deja de sangrarle la herida por poner los pies en el agua y acariciar al gato mientras se le agradece la existencia al café que tomamos todas las mañanas. La gente pide magia para que no duela y entonces se lo cree, y después los ves por ahí sintiendo culpa por no tener el coraje necesario para salir a bailar y reírse a carcajadas mientras acaba de enterrar en el medio del pecho al amor de su vida. Déjenlo estar. La gente rota guarda pedazos de vida que necesita sanar. Necesitan abrazos que se acomoden como mantas capaces de apretarles bien los cuerpos hasta que dejen de supurar. Tienen que dejar de supurar. Tienen que sanar. Están lastimados, no son estúpidos. No necesitan escuchar lo que hace rato están tratando de hacer y no pueden. A veces no se puede, no se puede. Es que la vida a veces duele. Duele. Las pérdidas, los desengaños, los desencuentros, los abandonos, las decepciones, los sueños frustrados, las promesas incumplidas... Duele. Todo eso duele. Entonces antes de meter los pies en el agua y sacarse una foto acariciando al gato, tienen que sanar. Y para sanar hay que saber frenar. Mirar lo que nos sacudió el cuerpo y el alma y frenar. Frenar para ver, para entender, para reconstruir y también muchas veces para terminar de destruir. Paren ya con esas estupideces de que el que no se anima no es valiente, agitando esa falsa libertad que se supone hay que poner en marcha porque mañana puede ser que se termine el cuento. Dejen de molestar a la gente que está haciendo su duelo, que se está encontrando con su pena, con su soledad y sus vacíos. Respeten. No sean mentirosos. Todos sabemos que a veces simplemente no se puede. No se puede. Esa gente se está sanando. Se está enfrentando a sus fantasmas, a sus monstruos, a sus demonios y a sus tormentas porque para poder salir a bailar con la música a todo lo que da, primero hay que saber curarse. Eso es la vida. Asumirlo es el paso necesario para poder pararse cuando se pueda y como se pueda. No apuren a la gente. Dejen que se curen,  y después quizá sí; con menos dolor, con la herida ya sanada y con el cuerpo más liviano; que pongan los pies, el cuerpo y el alma donde los quieran poner; que cumplan esa cuenta pendiente por hacer; que llamen a quien tengan que llamar; perdonen a quien no pudieron perdonar y que si se les canta la gana le agradezcan al Universo y a la mismísima y santísima madre de la jodedera por todo lo que les da. Pero dejen que la gente se sane. Dejen que se curen, a su ritmo, a su aire, de-jen que se sa-nen , carajo!


LA GENTE BELLA.


“Las personas más bellas con las que me he encontrado son aquellas que han conocido la derrota, conocido el sufrimiento, conocido la lucha, conocido la pérdida, y han encontrado su forma de salir de las profundidades. 
Estas personas tienen una apreciación, una sensibilidad y una comprensión de la vida que los llena de compasión, humildad y una profunda inquietud amorosa. La gente bella no surge de la nada”
Elisabeth Kubler-Ross.




domingo, 19 de mayo de 2019

REGLAS PARA SER HUMANO.


Regla uno - usted recibirá un cuerpo.
Le guste o no, será suyo por la duración de tu vida en la tierra.
Regla dos - se le presentará con lecciones.
Usted está inscrito en una escuela informal a tiempo completo llamada "vida". Puede que le gusten las lecciones o no, pero ellas se  han diseñado como parte de su plan de estudios.
Regla tres - no hay errores, sólo lecciones.
El crecimiento es un proceso de experimentación, una serie de pruebas, errores y victorias ocasionales. Los experimentos fallidos son tan importantes como los experimentos que funcionan.
Regla cuatro - la lección se repite hasta que se aprende.
Cuando la ha aprendido, puede ir a la próxima lección.
Regla cinco - el aprendizaje no termina.
No hay parte de la vida que no contenga lecciones.
Regla seis - " allí " no es mejor que " aquí ".
Cuando " allí " se convierte en " aquí " se obtiene un nuevo " allí " que se ve mejor que
su nuevo "aquí".
Regla siete – los otros son sólo espejos de ud.
Amar u odiar algo acerca de otra persona refleja algo que ama
u odia sobre si mismo.
Regla ocho - lo que hace de su vida depende de ud.
Tiene todas las herramientas y recursos que necesita. Lo que hace con ellos depende de ud.
Regla nueve - Sus respuestas se encuentran dentro de ud.
Todo lo que tiene que hacer es mirar, escuchar, y confiar.
Regla diez - Se va a olvidar todo esto al nacer.
Lo puede recordar al desentrañar la doble hélice del interior-saber.




UN POEMA DE AMOR.

No sé. Lo ignoro.
Desconozco todo el tiempo que anduve
sin encontrarla nuevamente.
¿Tal vez un siglo? Acaso.
Acaso un poco menos: noventa y nueve años.
¿O un mes? Pudiera ser. En cualquier forma,
un tiempo enorme, enorme, enorme.
Al fin, como una rosa súbita,
repentina campánula temblando,
la noticia.
Saber de pronto
que iba a verla otra vez, que la tendría
cerca, tangible, real, como en los sueños.
¡Qué explosión contenida!
¡Qué trueno sordo
rodándome en las venas,
estallando allá arriba
bajo mi sangre, en una
nocturna tempestad!
¿Y el hallazgo, enseguida? ¿Y la manera
de saludarnos, de manera
que nadie comprendiera
que ésa es nuestra propia manera?
Un roce apenas, un contacto eléctrico,
un apretón conspirativo, una mirada,
un palpitar del corazón
gritando, aullando con silenciosa voz.
Después
(ya lo sabéis desde los quince años)
ese aletear de las palabras presas,
palabras de ojos bajos,
penitenciales,
entre testigos enemigos.
Todavía
un amor de «lo amo»,
de «usted», de «bien quisiera,
pero es imposible»... De «no podemos,
no, piénselo usted mejor»...
Es un amor así,
es un amor de abismo en primavera,
cortés, cordial, feliz, fatal.
La despedida, luego,
genérica
en el turbión de los amigos.
Verla partir y amarla como nunca;
seguirla con los ojos,
y ya sin ojos seguir viéndola lejos,
allá lejos, y aún seguirla
más lejos todavía,
hecha de noche,
de mordedura, beso, insomnio,
veneno, éxtasis, convulsión,
suspiro, sangre, muerte...
Hecha
de esa sustancia conocida
con que amasamos una estrella.
Nicolás Guillén.



AUSENCIA DE AMOR.




Cómo será pregunto.
Cómo será tocarte a mi costado.
Ando de loco por el aire
que ando que no ando.
Cómo será acostarme
en tu país de pechos tan lejano.
Ando de pobrecristo a tu recuerdo
clavado, reclavado.
Será ya como sea.
Tal vez me estalle el cuerpo todo
lo que he esperado
Me comerás entonces dulcemente
pedazo por pedazo.
Seré lo que debiera.
Tu pie. Tu mano.

Juan Gelman.

CANCIÓN PARA TODAS LAS QUE ERES.



No solo el hoy fragante de tus ojos amo
sino a la niña oculta que allá dentro
mira la vastedad del mundo con redondo azoro,
y amo a la extraña gris que me recuerda
en un rincón del tiempo que el invierno ampara.
La multitud de ti, la fuga de tus horas,
amo tus mil imágenes en vuelo
como un bando de pájaros salvajes.
No solo tu domingo breve de delicias
sino también un viernes trágico, quien sabe,
y un sábado de triunfos y de glorias
que no veré yo nunca, pero alabo.
Niña y muchacha y joven ya mujer, tú todas,
colman mi corazón, y en paz las amo.

Eliseo Diego.


Principio del formulario

EL AMOR.




Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alertado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso.

No hallar fuera del bien, centro y reposo
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro a un claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño

creer que un cielo en un infierno cabe
dar la vida y el alma a un desengaño
esto es amor, quien lo probó, lo sabe.

Lope de Vega.

miércoles, 15 de mayo de 2019

TRENZAR LA TRISTEZA.




"Trenzar la tristeza"

Decía mi abuela que cuando una mujer se sintiera triste lo mejor que podía hacer era trenzarse el pelo; de esta manera el dolor quedaría atrapado entre los cabellos y no podría llegar hasta el resto del cuerpo; había que tener cuidado de que la tristeza no se metiera en los ojos pues los haría llover, tampoco era bueno dejarla entrar en nuestros labios pues los obligaría a decir cosas que no eran ciertas, que no se meta entre tus manos- me decía- porque puedes tostar de más el café o dejar cruda la masa; y es que a la tristeza le gusta el sabor amargo.
Cuando te sientas triste niña, trénzate el cabello; atrapa el dolor en la madeja y déjalo escapar cuando el viento del norte pegue con fuerza.
Nuestro cabello es una red capaz de atraparlo todo, es fuerte como las raíces de la ceiba y suave como la espuma del agua de mar.
Que no te agarre desprevenida la melancolía mi niña, aún si tienes el corazón roto o los huesos fríos por alguna ausencia. No la dejes meterse en ti con tu cabello suelto, porque fluirá en cascada por los canales que la luna ha trazado entre tu cuerpo. Trenza tu tristeza, decía, siempre trenza tu tristeza…
Y mañana cuando despiertes con el canto del gorrión, la encontrarás pálida y desvanecida entre el telar de tu cabello. 

 Paola Klug.


miércoles, 1 de mayo de 2019

DE CULPAS Y VERGÜENZAS.



 

 


 


 La mirada triste de un solo niño en el mundo, 
debería ser motivo de culpa y vergüenza para 
toda la humanidad.