LA LECCIÓN DE VIDA DE SIMONE BILES.

 

La vulnerabilidad no es sinónimo de debilidad y Simone Biles le dio hoy una lección al mundo.
“No vale la pena ser el primer lugar, si no estamos bien nosotros mismos” decía la multicampeona olímpica hace solo unas horas. La mejor gimnasta del mundo para de competir por un ataque de ansiedad y denuncia la gran presión a la que están sometidas las estrellas del deporte.
Tras retirarse de la final por equipos de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, deja muy claro que tiene que centrarse en su salud mental, proteger su mente y cuerpo; y no hacer lo que el mundo quiere y espera que haga.
“Siento el peso del mundo sobre mis espaldas. Ya llevo algunos días notando que algo no va bien. Y cuando he despertado por la mañana, he pensado: ‘Vamos a intentarlo’. Y he salido y lo he intentado, pero nunca en mi vida me había sentido así. Llevo demasiados días recibiendo mensajes y tuits, sintiendo el peso del mundo. Y los deportistas somos personas, y a veces tenemos que dar un paso al lado”, dice Simone Biles.
Día a día son muchas las personas que recuperan sus vidas y resurgen de la oscuridad, retraimiento y estigma que genera la enfermedad psiquiátrica. Ellos lo saben y nosotros, que estamos en la trinchera, también...tal vez llegó el momento en que empecemos a difundir este mensaje hacia afuera...en realidad lo hacemos, pero todavía muy anárquicamente y en "pulsos". Ejemplos como este suceso que ha recorrido el mundo como la pólvora, deberían bastar para diluir tanto mito e ignorancia alrededor de la enfermedad mental.
La psiquiatría es una especialidad que enamora, absolutamente fascinante, que hace de la "clínica" una bandera y del contacto sentido y comprometido con el paciente un estilo de vida...es cualitativamente distinta, y desde ese lugar "salva millones de vidas" en todo el mundo....en silencio, casi con vergüenza....y sí....el silencio y la vergüenza que imponen el prejuicio y la ignorancia, grandes enemigos no de los psiquiatras sino de los pacientes, quienes son los que pagan el precio de la mirada esquiva y desinformada de la sociedad.
Bravo Simone!