miércoles, 16 de septiembre de 2020

ALGO SOBRE MI MADRE.

"Algo sobre mi madre"
Mi madre fue una mujer muy contrastante. De un carácter severo y no muchas palabras, solía citar muchos proverbios, frases e historias aprendidas de su abuela. Jamás se tiñó el cabello ni usó joyas, y mucho menos se maquillaba. Amaba la buena mesa, jamás se detuvo en hacer media dieta. Éso sí, le encantaba la violeta y el talco, oler bien era su predilección.
Nunca aprendió a bailar pero en casa jamás faltaron las melodías de Nocturno y Radio Enciclopedia. No cursó nunca elevados estudios, pero tenía una letra y una ortografía impecables. Siendo yo alumna de preuniversitario logró ella con muchísimo esfuerzo alcanzar el noveno grado en la facultad obrero campesina y lo mas curioso es que en algún momento que no logro precisar empezó a leer, hábito que no abandonó hasta su muerte.
Finalmente en sus últimos años andaba con una tableta electrónica en la cual jugaba a resolver crucigramas, sudoku y todo tipo de juegos instructivos. Se hizo una experta en aquello y sorprendía a no pocos por su destreza con esta tecnología y confieso que muchas veces me atrapó en alguno de esos juegos que resultaban ser verdaderamente desafiantes. Nunca pude ganarle uno.
Solo después que ya no estuvo es que me he percatado que su vida estuvo plagada de esa sabiduría natural que emana del arsenal antiquísimo que yace inadvertido al calor del fuego de la cocina de casa, allí donde las abuelas cuecen recetas, remedios, y fraguan ese cúmulo de conocimientos que luego trasmiten hasta sin darse cuenta a todas las que les sucedemos. Mi madre me contaba que su abuela decía que “para sufrir había que comer” y que "las lágrimas hay que reservarlas para cuando algo valga la pena, para luego poder ver mas claro y seguir adelante” y que de haber sido por su abuela, ella se habría llamado Lucía. -“ Lo que mi padre nunca lo permitió, y me puso Martha, por lo del santoral” -solía decir no sin cierta tristeza.
Años después me he tropezado con una foto que guardo con sumo y estricto cuidado. Es un fragmento de un libro y aún cuando he buscado hasta el agotamiento, no he conseguido dar con el título. Dudo mucho que mi madre alguna vez lo hubiera leído porque entonces sí sabría yo de qué libro se trata. Ya sabrán porqué digo esto cuando vean la foto. Entonces solo me conformo en regodearme con la ilusión de mi madre y mi bisabuela conversando. Cualquier coincidencia…

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