viernes, 11 de septiembre de 2020

CONSEJO DE UNA VIEJA ENAMORADA.


 A un joven enamorado mi consejo de vieja enamorada también:
Guarde los jugos de su corazón para uno o dos grandes amores que le beban la vida. No se desmenuce en aventuras. Cuando se dé, dése bien. Como cuando se pasa en tren, mirando cien paisajes, no se queda la gloria de ninguno de ellos estampada en las retinas. Cuando la vida se pierde en amoríos breves e insípidos se ha de llegar a la vejez sin llevar un gran recuerdo —pan deleitoso— que la llene, y la entibie, y la libre del hambre espiritual. Un grande amor es una cumbre ardida de sol. Las esencias más intensas y terribles de la vida se beben en él. El que quiso así, no pasó en vano por los caminos de los hombres. Hay algo peor que la mujer impura, y es la insípida. Húyala.
Gabriela Mistral.

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