domingo, 10 de marzo de 2019

ELLAS.



ELLAS.

Ellas toman decisiones por sí mismas, tienen deseos propios y marcan límites.
Ellas no se dejan manipular, ni se guardan culpas, asumen responsabilidades, cuestionan, analizan, discuten, no se conforman, avanzan fieles a su instinto.
Esas mujeres no buscan en la pareja a un líder a quien seguir, a un papá que les resuelva la vida ni un hijo a quien rescatar.
Ellas no quieren seguirte ni marcarle el camino a nadie, quieren caminar a tu lado siendo tu complemento divino.
Ellas saben que la vida sin violencia es un derecho, no un lujo ni un privilegio.
Ellas expresan enojo, tristeza, dolor, alegría y miedo por igual, porque saben que el miedo no las vuelve débiles de la misma forma en que el enojo no las vuelve "masculinas", las vuelven más humanas.
Ellas son libres por naturaleza porque han luchado por su libertad.
Pero no son víctimas, son sobrevivientes. No trates de encadenarlas porque ellas sabrán como escapar. Recuerda que ya lo han hecho antes.
Ellas saben que su valor no radica en la apariencia de su cuerpo ni en lo que haga con él.
Piensa y actúa con conciencia antes de juzgarlas por su edad, estatura o conducta sexual, porque esto es manipulación emocional y ellas lo saben antes que tú.
Ellas, cual pájaro libre, despliegan sus alas y alzan vuelo, aún a contracorriente.
Así que, antes de pensar que deseas a una mujer de verdad en tu vida, pregúntate si tú realmente estás hecho para honrarlas, merecer estar en sus vidas y volar su vuelo. 


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