Salmo 97.
LOS JUSTOS
Un hombre que
cultiva su jardín, como quería Voltaire.
El que agradece que en la tierra haya música.
El que descubre con placer una etimología.
Dos empleados que en un café del Sur juegan un
silencioso ajedrez.
El ceramista que premedita un color y una forma.
El tipógrafo que compone bien esta página, que tal
vez no le agrada.
Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales
de cierto canto.
El que acaricia a un animal dormido.
El que justifica o quiere justificar un mal que le
han hecho.
El que agradece que en la tierra haya Stevenson.
El que prefiere que los otros tengan razón.
Esas personas, que se ignoran, están salvando al
mundo.
JORGE
LUIS BORGES.
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