Ella no tiene dueño, su alma vuela como los
pájaros...
No le reproches si no eres el centro de su
universo, ella vive dividida entre planos y mundos que puede que tú nunca veas.
Si te escogió siéntete afortunado, ella no es una
mujer cualquiera, como ya sabes, conjuga los elementos, habla con los ríos y
los árboles, invoca a los dioses... Siéntete afortunado si te ama...
Algo vió en ti, algo que posiblemente tú nunca
veas, puede que tu alma le contara una historia que tú nunca oíste...
Ella te ama libre, pero con respeto y compromiso.
Si has amado a una Sacerdotisa sabrás que ellas están hechas de otra materia,
son agua y fuego a la vez...
Es posible que nunca olvides sus caricias, sus
besos... Sus enfados terribles y su risa... Ninguna otra mujer será Ella... ¿Llegaste a darte cuenta? ¿Fuiste
capaz de saborear la magia en su piel?
Su recuerdo vivirá en ti mientras te quede
consciencia. Ella es lo que nunca buscaste y sin embargo llegó, como una
tormenta a arrasar la cotidianidad de tus días y a sacudir tus noches. Si la
amas, si de verdad quieres amarla, se valiente, muerde la cuerda que te ata a
lo mundano, echa tus miedos al fuego de la hoguera de su alma, contágiate de su
locura, de su valor, porque ella es valiente, se enfrentó a todo por ser ella
misma, ¿No es por eso que la amas o la amaste? No se puede perder lo que no se
posee, pero si se cruzó en tu vida una Sacerdotisa, no dejes que se vaya...
Abrázala fuerte aunque sientas miedo. Ámala... O
cae bajo la maldición del arrepentimiento, del que sostuvo una galaxia en sus
brazos y dejó que se le escapara...
Texto: "Amar a una Sacerdotisa" del libro
Las Sandalias Invisibles por Ness Bosch: Sacerdotisas y Chamanas.
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