domingo, 21 de abril de 2019

LOS ROTOS I.



Las personas que han madurado con el sufrimiento tienen una sensibilidad especial.
Saben ser dulces y no cursis.
Saben ser duras sin hacer daño.
Saben dosificar la rabia distinguiéndola del odio.
Saben el significado del silencio.
Saben distinguir lo superficial y lo superfluo, conocen el peso de las lágrimas y el valor de un escalofrío.
Y sobre todo saben que nada es permanente, que todo es temporal, que lo que se tiene siempre se puede perder, pero siempre habrá algo nuevo por llegar. 
Son personas tan orgullosas de sus propias cicatrices que pueden permitirse el lujo de prescindir de cualquier máscara....
Saben que son libres, que está permitido ser vulnerables y sobre todo son capaces de correr el riesgo de ser felices.



    

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