jueves, 26 de diciembre de 2019

BESOS ROBADOS.




"...Un beso “robado”, tan generoso como espontáneo. Buscaba un beso y me encontré con dos. En realidad es el mismo, pero fotografiado por dos personas distintas.
Creía que había una única fotografía de ese beso, pero hay dos. La fotografía más conocida (la de la izquierda) pertenece a Alfred Eisenstaedt, un fotógrafo profesional. La otra foto pertenece a Victor Jorgensen (fotógrafo de la Armada). Conocida como “Beso en Time Square” o “Beso de despedida a la guerra” fue tomada el 14 de agosto de 1945 en Time Square, celebrando la rendición de Japón, que marcaría el final de la II Guerra Mundial.
Esta foto tiene la virtud de ser absolutamente espontánea, al contrario de la célebre foto de Doisneau. En esta foto podemos ver como un marine besa apasionadamente a una enfermera. No eran pareja, ni siquiera se conocían. La identidad de la enfermera parece confirmada (incluso por el propio fotógrafo): Edith Shain, fallecida en 2010. La identidad de él no está tan clara, puesto que han sido varios los que han dicho ser el famoso marinero de la fotografía. El más insistente al menos ha sido Carl “Moose” Muscarello.
Edith Shain nunca pudo confirmar si Muscarello fue quien la besó. Dice que todo fue muy rápido, que “el muchacho me agarró, yo cerré los ojos…, después me dejó sola y yo me marché”. “Me tomó de la cintura como en un paso de baile y yo me dejé llevar. En ese momento me olvidé de todo”. Toma, claro. Yo también me habría quedado amnésica después de un beso así.
Pero no solo están fotografías como testigos del inusual episodio, también se han creado esculturas recreando este beso robado, las cuales se han instalado en las mas variopintas ciudades como son: New York, Hawaii, San Diego, Pearl Harbor, Key West en Florida, Roma y Normandía en Francia. Sin embargo la pieza original La pieza original se instaló en Sarasota Florida en el 2005 y fue denominada por J. Seward Johnson Jr, su creador, “Rendición Incondicional” ( a la derecha abajo)

A mí me gusta este beso a bocajarro, beso "aquítepilloaquítebeso", porque mientras se besan todo lo que les rodea desaparece pese a concitar la atención de propios y extraños. Me gusta pensar y saber que este beso es fruto de la alegría, de la libertad, de la emoción del momento (no todos los días se celebra el fin de una guerra, ni siquiera de una guerra personal). Porque esos son los besos que mejor saben, los que surgen sin control, sin aviso, sin megafonía. Un beso que te corre por las venas y te estalla en los labios. Un beso fruto de un desbordamiento de alegría, de pasión, de júbilo, de euforia. Y todo eso se concilia en otros labios.
Vivan los besos que te hacen danzar de puntillas, retorcer el espinazo y fundirte como la mantequilla. Hay besos y besos: besos de compromiso, besos descuidados, besos de vampiro, besos compasivos. Pero donde esté el beso pasión, que se quiten todos los demás..."
A.B.
(Lectura compartida)

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